hecha de humo y de cartón,
repleta toda de autómatas
que pueden verse desde un balcón.
Hay dos seres escondidos
bajo un áspero cobertor,
un rompecabezas de dos piezas,
jugando a ser lo que no son.
El mar desde la cornisa
simula ser una pintura,
jugando a no ver nada
se suma a toda locura
de narices ansiosas
que recorren cuerpos necesitados
cubiertos de cenizas,
pidiendo a gritos ser amados.
En la rasgada ciudad
hecha de humo y de cartón,
hay dos seres escondidos
jugando a negar lo que ya son.
Joe Reyes, Maracay. 2016
L.M
Dándola
ResponderEliminar